La terapia es para mí un camino lleno de aventuras y descubrimientos que requiere la audacia y la determinación: la audacia para afrontar los aspectos hasta ahora desconocidos de nosotros mismos y la determinación para asumir nuestra parte de responsabilidad por nuestros problemas actuales. A lo largo de este camino podemos enfrentarnos a las emociones desagradables, pero al mismo tiempo podemos descubrir fuentes de energía y alegría insospechadas, un abanico de emociones y sensaciones o una mayor libertad en la vida.